jueves, 5 de septiembre de 2013

[57] El gusto de hacer sufrir

"- No es fácil pasar la vida entera con la misma persona.
- Ya...
- Imagínatelo: tú y Félix dentro de 20 años. ¿La idea no te produce escalofríos?
- Nosotros no estamos casados.
- Pero él quiere fundar una familia, como se decía antes. Si quieres mi consejo, no fundes nada. Y menos una familia. 
- ¿Este señor no es el primero, verdad?
- Lo que temo es que sea el último. 
- ¿Los dejas tú?
- Normalmente.
- ¿Y qué sientes?
- Nada hay más delicioso que despachar a un amante. Bastan dos palabras mágicas: se acabó. Luego, se le añade un nombre (Fulanito o Menganito). Y él parpadea, se asusta o se alarma, se enfada o incluso se atreve a levantarte la mano. Entonces tú repites la fórmula: se acabó...en un susurro, inundada por una gozosa impresión de pérdida y de alivio. 
- Mamá, eres horrible.
- Sí, mi querida niña, soy horrible. Tarde o temprano descubrirás que tú también eres horrible; en eso consiste la madurez: en descubrir que somos espantosos."




"Marido ya tengo"



"Otros peces pescarán para orgullo de los ridículos pescadores"

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